lunes, 8 de diciembre de 2008

GRAN IMPACTO DEL PROGRAMA TAURINO "LA HORA DE LA VERDAD"




Incontestable. Sonoro. Rotundo. Un año más, como ya viene siendo costumbre durante las transmisiones de la Feria de Quito "Jesús del Gran Poder", el programa taurino radial La Hora de la Verdad, el más antiguo del Ecuador, se ha apuntado otro señalado éxito entre la audiencia taurina del país, a través de RADIO UNIVERSAL, y del mundo entero, a través de nuestro enlace virtual horadelaverdad.net, mediante el cual nos escucharon nítida e íntegramente en todo el orbe taurino.

Más aún, la alianza establecida entre
La Hora de la Verdad, el portal taurino virtual mundotoromexico.com, la gran revista especializada 6 Toros 6 y el periódico local HOY, para cubrir todas las incidencias de la feria quiteña, funcionó, una vez más, a la perfección.

Y quizá mayor trascendencia y mérito tengan el despliegue periodístico y profesional del equipo de
La Hora de la Verdad en esta ocasión, en unos momentos en los que la fiesta de los toros fue virtualmente sitiada, horas antes del arranque de la Feria de Quito del 2008, por medio de prohibiciones y mordazas impuestas por el Consejo Nacional de Telecomunicaciones, con la clara intención de empezar a demoler la fiesta de los toros en Ecuador, disfrazándola con una supuesta moral descolorida e hipócrita.

Horas de caos e incertidumbre se vivieron antes del arranque del ciclo ferial quiteño como consecuencia de la referida Resolución, que advertía y hasta amenazaba con graves sanciones para los medios radiales que la incumplieran; desde amonestaciones por escrito hasta el retiro definitivo de la frecuencia radial, eran los "castigos" para los infractores.

Ante tan turbulento escenario, varios medios de comunicación, que habían alistado meses antes sus transmisiones en directo desde la plaza de toros Quito para la feria que estaba a punto de arrancar, decidieron abortar su programación taurina para no entrar en conflictos que pudieran poner en riesgo sus intereses.

Así la cosa, muchos se quedaron en el camino, y otros se callaron sin más.

La Hora de La Verdad, sin embargo, decidió ir adelante con la iniciativa, no sin antes haber dialogado con los ejecutivos de Radio Universal y obtener su apertura para salir al aire. La emisora, por cierto, confió en la seriedad, profesionalismo y experiencia de nuestro equipo y decidió apoyar las transmisiones, en actitud valiente que se agradece.

Hay que confesar que anduvimos en zozobra permanente, pues de distintas fuentes nos llegaron advertencias y “recordatorios” de que estábamos bajo la lupa. Desde alguna estación de monitoreo nos seguían la pista y medían la contundencia de nuestro lenguaje a la hora de transmitir, quizá esperando encontrar el motivo para sacarnos del aire.

Pero aguantamos las coladas y los parones, con firmeza y valor, y nos quedamos quietos, corrimos la mano y rematamos siempre atrás y por debajo de la pala del pitón.

Lo que quiero decir es que soportamos las advertencias y recados que nos hacían pensar que quizá mañana no estaríamos ahí, cumpliendo con nuestra misión. Por nosotros no faltó nunca, y eso lo sabe el oyente que nos premió con su audiencia diaria durante la feria. Estuvimos "al pie del cañón", todos los días, para hacer prevalecer el derecho a la información y a la libre determinación de todos nosotros.

Pero desde adentro, de modo vil y bajo, pretendieron callarnos. Los propios “colegas”, que en estas circunstancias debieron ser aliados en la lucha para defender la fiesta y los derechos fundamentales de todos, hicieron "gestiones" para que nos callasen. De eso nos enteraríamos después, con absoluto estupor e incredulidad.

Valió más la envidia y la amargura, que la generosidad y valentía para hacer causa común, en un cometido que es y será de todos: que la fiesta brava siga viva y en plena vigencia. Los enemigos de la fiesta están también adentro, desgraciadamente. Y contra esos también hay que estar atentos.

Pero nosotros cumplimos con nuestra misión, que fue la de poner en antena la feria taurina más importante del país, y uno de los referentes taurinos más importantes del mundo; de llevarla a todo el orbe taurino, y no sólo a la audiencia local – nos han escuchado en todo el mundo taurino, y también en tan remotos sitios como Japón, Canadá, Alemania, Costa Rica, Argentina, etc - para que trascienda y siga vigente, a pesar de protervos ataques dirigidos.

En esto no valen vanidades ni protagonismos. El éxito de
La Hora de la Verdad es el éxito de la fiesta taurina en Ecuador, pues junto con otros esfuerzos, pudimos mantener el contraste y no dejar que nos aplasten. Y por eso estamos felices, porque sentimos que hemos cumplido con la afición y con la fiesta de los toros.

Podemos decir con confianza plena que tenemos unos pedazos de amigos en las personas de
Paco Aguado y Juan Antonio de Labra, grandes periodistas de España y México, respectivamente, que llevan parte de la quiteñidad en sus entrañas, gracias precisamente a esta unión profesional exitosísima y ejemplar.

Gracias, Santiago, Paco, Juan Antonio. Gracias a todos ustedes, hermanos en la fiesta.

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