Y vayan de paso mis mejores deseos para que este 2010 sea mejor que el que terminó, en todo sentido. Y que Dios bendiga abundantemente la vida de todos y cada uno de nosotros.
Que en lo taurino, tengamos más festejos en todo el mundo taurino. Que venzamos a los antis, pero sobre la base de vencer nuestras propias desuniones y diferencias internas, que es, para mí, el principal enemigo que tiene la fiesta.
Que el mundo deje de calentarse. Que se enfríen las cabezas ambiciosas de los países más ricos del planeta, y que nos consideren a todos como parte fundamental de este mundo, y no una lamentable consecuencia de ir todos en el mismo coche.
Que el toro bravo, ser majestuoso que nos une a todos en la pasión por esta bella fiesta, siga campeando feliz, íntegro y altivo en las dehesas.
Un gran abrazo para todos, y que Dios reparta suerte
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