Han sido largos los meses de ausencia desde que por ùltima vez escribí una entrada. El 10 de febrero del 2011 registré, con las emociones frescas y palpitantes aún, la gran jornada taurina de la noche anterior, cuando en la Plaza de Toros Quito se llevó a cabo por última vez una corrida de toros (un festival, mejor dicho) con todo el rito de la fiesta en su verdadera esencia. Aquella noche el coso de Iñaquito se repletó de público, al mejor estilo de los soleados y ardorosos días de feria, que no se cansó de vivar, alentar y, sobre todo, gritar a los cuatro vientos su amor por la fiesta de los toros y de expresar incansablemente sus derechos, que iban a ser conculcados de forma bochornosa y miserable meses despúes.
Mi ausencia fue autoimpuesta, aunque ciertamente forzada por eventos que no valen ya recordar y hay que dejarlos en el pasado. El hecho es que estoy de vuelta, y que reaparezco. Y si bien es "mi propia casa", dejo las ventanas y puertas abiertas para que, todo el que quiera, pase y vea...
Bienvenido Fabián saludamos tu regreso y esperamos informarnos con el rigor y la oportunidad a la que nos acostumbraste desde la ya pretérita época del Círculo Taurino del Ecuador y las tertulias de los martes en el Centro Español de Quito.
ResponderEliminar¡Gracias señor y al toro!